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4 tips para organizar tu ropa de cama

Con la llegada del buen clima se instala un gran dilema en nuestros dormitorios: ¿es tiempo de guardar, cambiar la ropa de cama y actualizar a textiles más livianos? ¿O es mejor esperar unas semanas? La verdad es que eso depende de cómo estás durmiendo y si la temperatura te incomoda durante la noche.

El detalle es escoger entre las diferentes opciones que existen y hacerlo de forma correcta para evitar el deterioro del textil y la presencia de ácaros o polillas, entre otros agentes dañinos.

¿Por qué es importante guardar textiles en lugares frescos, secos y oscuros?

Si deseas extender la vida útil de tu ropa de cama, es fundamental mantenerla en lugares frescos, secos y oscuros para conservar su calidad durante el almacenamiento. La humedad puede ocasionar daños al fomentar la aparición de moho y malos olores, mientras que la ausencia de luz solar directa contribuye a preservar los colores y la integridad de las fibras. Al elegir sitios poco propicios para plagas y ácaros, te aseguras de proteger tus prendas de posibles deterioros. Además, al optar por un ambiente fresco, seco y oscuro, garantizas que tus textiles permanezcan frescos, limpios y listos para su uso cuando llegue el momento de desempacarlos.



La siguiente lista aborda los diferentes opciones que puedes tomar para guardar y ordenar la ropa de cama voluminosa.

Cómo organizar tu ropa de cama

1. Doblar y compactar: Esta puede ser una actividad extrañamente satisfactoria y es que siguiendo los dobleces queda compactado a la perfección, listo para envolver en algún saco o bolsa. 

1. Dobla por la mitad el extremo superior del plumón o cobertor.
2. Luego, dobla sobre la nueva mitad, creando una solapa en el extremo superior.
3. Devuelve el último doblez hacia el extremo superior, de manera que forme una solapa en la parte superior.
4. A continuación, dobla el plumón o cobertor dos veces hacia adentro desde el extremo lateral.
5. Dobla nuevamente por la mitad, de modo que tenga un rectángulo con una solapa asomando.
6. Para compactar, dobla y aplasta el conjunto enrollando dos veces. Asegúrate de sacar todo el aire mientras lo enrollas.
7. Finalmente, dobla una vez más y estire la solapa. Envuelva el conjunto con la solapa, de manera que contener y compactar.

2. Usa cajas de almacenaje: Si bien este rectángulo compacto puede quedar dentro de tu clóset, el ideal siempre es guardarlo con protección para evitar los ácaros, polillas y humedad, entre otros. Uno de los recursos más usados en materia de almacenaje son los contenedores y cajas plásticas, en especial si están en clósets o bodegas.

3. Bolsas Vacuum: Las bolsas de almacenamiento al vacío son una solución eficiente entre los organizadores para clóset, especialmente q la hora de guardar la ropa de cama voluminosa como plumones, mantas, almohadas y cojines. Estas bolsas te permiten comprimir el volumen de la ropa hasta en un 80%, lo que ahorra espacio en tu armario y protege la ropa del polvo y la humedad. En nuestro catálogo contamos con dos tamaños: 60x80 cm y 68x98 cm.

4. Verticalidad: ¿Tienes una casa llena de armarios? Si es así, te conviene guardarlos colgados y cubrir el textil usando una funda de ropa para clóset y ¡listo! Vale comentar que esta solución es compatible con textiles menos voluminosos como los quilt, frazadas y mantitas delgadas. 

Dale play al video para que puedas inspirarte realizar un correcto almacenaje textil siguiendo nuestros trucos.



#Datoideas: evita usar cajas de cartón para almacenaje textil. Es un material poroso, por lo que absorbe fácilmente la humedad, tiene poca resistencia a plagas como polillas, cucarachas o ratones –quienes pueden utilizarlos como escondites– y tampoco es la barrera más efectiva frente a los ácaros. Son menos resistentes, por lo que pueden aplastarse y dañarse.